Interpretación geológica del Polje de la Nava
El paisaje kárstico es uno de los elementos de valor didáctico y científico del Parque, con presencia de prácticamente todas las formas asociadas a los procesos de disolución de las rocas carbonatadas, tanto superficiales como subterráneas. Poljes como el de la Nava, las dolinas de Los Hoyones, o el espectacular lapiaz de los Lanchares, son algunas de las formas superficiales más significativas.
El karst es además la zona de recarga de agua de un complejo mundo subterráneo, por donde circula, generando galerías, simas y cavidades, algunas con espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas, como la Cueva de los Murciélagos de Zuheros, visitable, o la Sima de Cabra, ya mencionada por Cervantes en el Quijote.
Los puntos de descarga de este gran embalse subterráneo generan manantiales de un gran valor socioeconómico e incluso antropológico (Fuente Alhama, Fuente del Río, Río de la Hoz o Nacimiento de Zambra).
Un elemento geológico singular y emblemático del Parque es el punto geodésico de la Ermita de la Virgen, situada en el Picacho de la Sierra de Cabra, paraje conocido como el Balcón de Andalucía por el espectacular escenario geográfico, geológico y paisajístico que abarca. Su panorámica, que alcanza a los tres grandes dominios geológicos de Andalucía (Sierra Morena, La Depresión del Guadalquivir y la Cordillera Bética) es tan impresionante que cautivó la atención de un grupo de ilustres geólogos que, reunidos en 1926 en Madrid en el XIV Congreso Internacional de Geología se desplazaron a Cabra en visita de campo. Quedaron tan fascinados por el interés geológico de la zona que promovieron su declaración como ¿Sitio de Interés Natural?, y como tal fue declarada en 1927 por la entonces Junta Central de Parques Nacionales. Desde entonces una placa conmemorativa recuerda, en el patio del Santuario, la ¿visita de los sabios?, como la denominó la prensa de la época.
Otros rasgos de interés geológico del Parque son los tectónicos. A un variado muestrario de elementos estructurales de interés, tales como pliegues y fallas, se une la visión espectacular del frente de cabalgamiento que a lo largo de todo el límite norte del Parque, pone en contacto a la Cordillera Bética con la Depresión del Guadalquivir.