Iniciamos la ruta en la calle Toledo, que nos llevará hasta un carril terrizo rodeado de olivos, denominado “camino de Cañatienda1”. Dejando atrás el olivar atravesaremos una cancela que nos indica la entrada a la sierra (debemos dejarla cerrada).
Aquí encontramos un arroyo, que únicamente llevará agua en época de lluvia.
Seguimos su cauce por una vereda, encajonada entre montañas y repleta de encinas y alcornoques. Al finalizar dicha vereda, llegaremos a una zona donde el valle se abre. En este punto, si giramos hacia el noroeste y remontamos una loma que queda a nuestra izquierda, llegaremos a la encina centenaria del Tejón. Al fondo observaremos Puerto Mahina, situado entre la Sierra de Alhucema (izquierda) y la Sierra de la Horconera (derecha).
El camino discurre por un sendero por el que podemos encontrarnos con vacas. Este nos llevará a las inmediaciones de un cortijo en ruinas, el cortijo de Cañatienda, que fue en su época vivienda para familias agroganaderas.
Continuamos hasta llegar a Puerto Mahina tras pasar por una puerta de alambrada que dejaremos cerrada.
En esta pequeña explanada podremos observar Priego en su lejanía y el cerro de la cruz, llamado así por la gran cruz de hierro que lo corona. Después de esta parada, giramos 90º a la derecha para afrontar la subida al Morrión.
Conforme nos vamos acercando a la base de La Tiñosa, veremos una pequeña senda que se abre paso entre el terreno escarpado. En el ascenso podremos observar a la derecha una llamativa formación al pie de los escarpes, la torta periglaciar.
Recomendaciones de interés y materiales:
Recomendable el uso de bastón y agua para hidratarse.